Si algo ha quedado claro en el derbi entre Real Madrid y Atlético, es el tremendo nivel que hay en ambas porterías. Si en el primer tiempo lo demostró Thibaut Courtois, en el segundo fue el turno para Jan Oblak. El esloveno se resarció de su flagrante error en el primer tiempo con una mano salvadora en un mano a mano ante Marco Asensio.
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