Tras obtener el pase a la final de Champions en el que también fue el último partido europeo del Vicente Calderón, Nacho y Sergio Ramos simbolizaron su conquista colocando una bandera del Real Madrid sobre el césped. De este modo, ambos se la devolvieron a Koke, quien protagonizó un gesto similar en 2013 cuando el Atlético conquistó la final de Copa del Rey en el Santiago Bernabéu.